Entre la cr�tica y la criticoner�a
Primero escribe y luego espera la crÃtica: no te critiques ni te prejuzgues a ti mismo antes de tiempo, porque asà jamás escribirás nada. Más que la crÃtica lo peor que le puede pasar a un escrito es que lo ignoren y nadie diga nada de él. Asà que despreocúpate cuando te critiquen, es indicador y señal que estás yendo por algo en el camino. La gente que no hace nada siempre te criticará negativamente por lo que hagas y hasta por lo que no hagas.
El crÃtico te alumbra; el criticón te enneblinece. El criticón te destruye; el crÃtico te ayuda y te enseña el camino de luz hacia la perfección. El criticón vive pendiente por resaltar tus errores y se regocija sadomasoquistamente restregándote en público minucias hasta por una coma y una tilde que olvidaste sin interesarle lo sustancial; el crÃtico, te corrige en privado y te enseña suavemente con el ejemplo. El criticón es como un ave del mal agüero carroñero: solo se alimenta de la inmundicia. El crÃtico es como el ave azul: te levanta en vuelo glorioso hasta que tus alas de la estética y la creatividad por si solo te puedan sostener.


