Pancho Muro, el regidor añoso y temperamental que ya no dice nada ante los medios, anda con un mutis sepulcral producto de una airada declaración, muy subida de tono por cierto, cuando muy aputamadrao tomó la palabra y lanzó una mar de improperios ante los periodistas locales.

No ando como cucufato escandalizándome por eso que llaman lisuras, no tengo duda que como buen aprista el señor Pancho Muro es un conocedor del idioma, y las lisuras vertidas en pleno palacio municipal ante autoridades y periodistas estuvieron bien dichas, pero pudieron estar mejor pronunciadas si por lo menos el mencionado regidor se hubiera puesto la plancha.

Lo que sucede es que Muro no es malo, tampoco un forajido, Dios me libre de decirle una cosa semejante, lo que sucede (y me lo dijo un reportero del 21) es que le dijeron una mentira, alguien interrumpió su sueño frecuente y le “avisó” que un opositor a Betito dijo algo muy desagradable; “Pancho toma viagra hasta para mear “, entonces molesto por esta versión comenzó a mandar al carajo a todo el mundo.

La verdad (eso creo) es que el señor no tuvo la mala intención de ofender, aunque no escuche bien lo que dijo, ya que lo dijo sin la prótesis, pero definitivamente con esa mentira cualquiera se hubiese molestado.

Vale la aclaración, y no digan que se trata de un malcriado incapaz de proferir argumentos, simplemente le escuchamos la mitad de lo que quiso decir, esperamos una explicación de su parte, una vez que tenga todos los dientes –sean de verdad o de mentira- para esgrimir sus razones de tamaña rabieta.