No pretendo que me consideren anti chiclayano ni mucho menos, pero les digo a todos ustedes vecinos; ¿amerita nuestra ciudad ser subsede de los Juegos Bolivarianos?, piénselo bien antes de responderme, la misma pregunta se la haría a nuestras autoridades, mejor que no me respondan.

Estamos a escasas semanas de la inauguración de la justa deportiva bolivariana, y hasta hoy, la denominada Capital de la Amistad no tiene aspecto de parecer subsede, seamos sinceros con nosotros mismos y aceptemos que es muy probable y justificable que designen otra ciudad para esa función.

Ahora, ciudadanos de Chiclayo, a quien responsabilizamos de esta situación que una vez más nos posterga, haciendo ver a nuestra ciudad como impedida socialmente para realizar eventos internacionales.

La pelota cae sobre el mentalmente limítrofe Antonio Sánchez Chacón, responsable de la organización de los Bolivarianos en la sub sede de Chiclayo, quien ha brillado por su incapacidad e inoperancia para gestionar (todo lo que tuvo que gestionar) a fin de garantizar nuestra sede.   

Tampoco podemos dejar de lado al Gobierno Regional, ente que en la práctica poco o nada se preocupó por superar el impase, dejando que las gestiones marchen por sí solas, conociendo la frondosa burocracia estatal y las exigencias del comité de organización de estos juegos.

También, Resulta llamativo, ver a Betito Torres, lamentándose que la municipalidad no haya tomado parte en las obras para los Bolivarianos, incluso, casi sorprende a la parlamentaria Leyla Chihuán cuando le manifestó su disconformidad.

Por ello, me queda decirles hermanos míos, hay mucho que hacer de cara a otro evento similar pero en el 2050, cuando Chiclayo tenga autoridades que entiendan mejor sus funciones y atribuciones.