Discriminaci�n Omnipresente
La discriminaci�n existe en todos lados, en todas las clases, en todos los rincones del mundo, e incluso dentro del mismo entorno m�s cercano en el que las personas se encuentran. Se podr�a decir que su nivel de gravedad est� dentro de las consecuencias que �sta pueda ocasionar, no s�lo en eso, sino que la discriminaci�n sea como sea, a las finales siempre resulta siendo discriminaci�n, y siempre est� presente.
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Se discrimina el color, la raza, el g�nero, la posici�n sexual, la familia de donde procede, el lugar de donde nace, el idioma, el nivel social netamente clasista, el nivel intelectual que la personas poseen, la discapacidad f�sica e incluso la profesi�n, entre otros temas que no se alcanzan a nombrar.
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En Am�rica Latina, si bien es cierto la discriminaci�n no es extremista como la que se vive en pa�ses orientales, no deja de alarmar, y es que probablemente �sta puede resultar de aspectos violentos que rodean al discriminador; lo que s� se puede asegurar que mientras uno es m�s discriminador es m�s ignorante, mientras uno es m�s discriminador es m�s insolente, intolerante y podr�amos decir afirmar aun, m�s irrespetuoso.
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Pero ese nivel de discriminaci�n negativa, se puede paliar con la discriminaci�n de separar una cosa de la otra, que viene a ser, sacar lo malo por lo bueno, y eso se puede conseguir con m�s informaci�n, m�s conocimiento, implantado desde la misma familia, el entorno, y defendido por toda la sociedad.
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Aunque hay algunas personas que est�n llevando el tema la discriminaci�n a dimensiones�nunca antes imaginadas, desde los mismos agresores, hasta las mismas v�ctimas, claro pocos casos, que ven discriminaci�n donde no hay, casos concretos, a los que nos llevan algunas artes, que son necesario ver e investigar primero su trasfondo o la idea que se quiere transmitir antes que denunciar que es un acto discriminatorio.
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En pocas palabras, la discriminaci�n siempre est� de una u otra forma en nosotros, como v�ctimas y agresores, lo importante es siempre pensar en el respeto hacia todos por igual, porque todos somos iguales en derechos.
Carlos Vel�squez Saavedra
